Lo que enamoró a Fernando Gaibor de Alianza Lima y no lo cambiaría

Alianza Lima vivió una noche histórica el último martes al vencer 1-0 a Boca Juniors en el partido de ida de la Fase 2 de la Copa Libertadores 2025. El estadio Alejandro Villanueva fue una caldera, con un ambiente de fiesta que dejó impactado a uno de los recientes fichajes blanquiazules, el volante ecuatoriano Fernando Gaibor. El jugador se rindió ante la fanaticada aliancista y el escenario donde el club juega como local.

"Estoy enamorado del estadio y la hinchada"

Tras el compromiso contra el conjunto 'Xeneize', el volante ecuatoriano fue consultado sobre qué le pareció Matute en este tiempo como jugador 'Íntimo' y sorprendió al revelar que está enamorado de los hinchas blanquiazules, así como que le genera una gran emoción jugar en dicho estadio, al igual que a sus compañeros de equipo. "Estoy enamorado del estadio y la hinchada (de Alianza Lima). La verdad que es totalmente diferente jugar en esta cancha con nuestra hinchada. Realmente me emociona jugar cada partido acá y a mis compañeros les pasa lo mismo", declaró el futbolista de 33 años en entrevista con Jax Latin Media.

"Es importante habernos llevado el triunfo ante un rival complicado"

Por otro lado, el mediocampista que llegó procedente de Barcelona SC de su país mostró su alegría por haber conseguido el triunfo contra el conjunto 'Azul y Oro', al cual consideró un rival difícil, y destacó al trabajo en equipo como la fortaleza más importante que tuvieron para conseguir el resultado positivo. "Es importante habernos llevado el triunfo ante un rival complicado. Aún falta el partido de vuelta y vamos a trabajarlo. Todo el equipo luchó para ganar, intentamos siempre trabajar en equipo y eso es una de nuestras piezas fundamental que hace que saquemos los resultados", añadió.

Un ambiente de ensueño

El ambiente que se vivió en el estadio Alejandro Villanueva durante el partido entre Alianza Lima y Boca Juniors fue realmente espectacular. Desde la previa, los hinchas blanquiazules llenaron las tribunas y alentaron a su equipo de principio a fin. El recibimiento al equipo, los cánticos y el apoyo incondicional de la hinchada crearon una atmósfera mágica que contagió a los jugadores y los impulsó a dar lo mejor de sí en el campo de juego.