Selección Peruana

Guerrero tiene razón, "somos cojud..." y las 4 razones por las que Perú es una verguenza internacional

La declaración del 'Depredador' sigue generando revuelo en el medio deportivo local

Por Renato Perez

Paolo Guerrero (Foto: X de La Bicolor)
Paolo Guerrero (Foto: X de La Bicolor)

La derrota de Perú ante Venezuela por 1-0 en Maturín no fue solo una amarga derrota deportiva, sino una confirmación de la crisis estructural que atraviesa el fútbol peruano. Paolo Guerrero, delantero histórico de la Selección Peruana, no dudó en expresar su frustración tras el partido, diciendo: “Somos cojudos”. Y aunque la expresión puede parecer dura, las palabras del ‘Depredador’ reflejan una realidad cruda y lamentable para el balompié de Perú. El periodista Franz Tamayo se sumó a este diagnóstico y ofreció las siguientes razones por las cuales Perú se ha convertido en una vergüenza internacional.

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1. Somos cojudos porque tenemos como presidente de la FPF a Agustín Lozano

La Federación Peruana de Fútbol (FPF) sigue siendo dirigida por Agustín Lozano, quien se ha mantenido en el cargo pese a la falta de resultados y las crisis continuas en el fútbol nacional. Su gestión ha sido cuestionada por diversos sectores debido a su falta de proyectos serios y a la falta de respuesta ante los constantes fracasos de la selección y de los clubes. La elección de Lozano como presidente ha generado un ambiente de desconfianza y ha sumido al fútbol peruano en una espiral de mediocridad. Mientras otros países avanzan con cambios estructurales, Perú sigue estancado con un líder que no tiene la capacidad de transformar el sistema.

2. Somos cojudos porque permitimos que los clubes sigan respaldándolo

Otro factor que contribuye a la decadencia del fútbol peruano es la complacencia de los clubes con la continuidad de Lozano en la presidencia de la FPF. A pesar de los escándalos y las críticas, muchos clubes siguen respaldando su gestión, ya sea por conveniencia o por falta de un plan alternativo claro. Esta falta de valentía para exigir cambios profundos en la administración refleja la apatía generalizada en el fútbol peruano. La falta de un frente unido que demande mejoras es una de las razones de la persistencia de la mediocridad.

3. Somos cojudos porque aceptamos un torneo local mediocre

El torneo local en Perú es, en muchos aspectos, un reflejo del estancamiento del fútbol nacional. La competencia es débil, con clubes que no invierten lo suficiente en infraestructura, formación de jugadores ni en el desarrollo de talento. A pesar de los esfuerzos individuales de algunos equipos, el nivel general sigue siendo bajo, y la calidad del fútbol que se practica en el país no es competitiva ni a nivel regional. La falta de una liga profesional bien estructurada impide que los jugadores crezcan y se desarrollen de forma óptima, lo que repercute directamente en el rendimiento de la selección.

4. Somos cojudos porque no exigimos un proyecto serio para el fútbol peruano

El fútbol peruano sufre de una alarmante falta de planificación a largo plazo. No existe un proyecto serio que apunte a la renovación y modernización de la infraestructura, la formación de entrenadores ni el fomento de academias de alto nivel. La selección peruana sigue dependiendo de jugadores como Paolo Guerrero, que, aunque sigue siendo una pieza clave, no puede cargar con todo el peso de la responsabilidad. Los jóvenes futbolistas no reciben el apoyo ni la formación necesaria para alcanzar su máximo potencial, y el fútbol peruano se ve atrapado en una constante falta de recambio generacional.

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"El peor momento no es casualidad, es consecuencia"; según Franz Tamayo

La derrota ante Venezuela no es un hecho aislado, sino una consecuencia lógica de todos estos factores negativos que han ido acumulándose en el fútbol peruano a lo largo de los años. El fútbol peruano no solo ha perdido en el campo, sino que ha fracasado en su organización, en su visión y en su estructura. Paolo Guerrero tiene razón al decir que “somos cojudos”, porque hemos permitido que el fútbol de Perú siga hundiéndose debido a la inacción y la falta de un compromiso real para cambiar las cosas. La vergüenza internacional de Perú en el fútbol es una reflexión de años de errores, omisiones y conformismo.

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