El lamento que dejó el clásico: Paolo Guerrero lo dijo todo tras el empate

En Matute se vivió un clásico de emociones intensas, con goles, polémicas y un final de infarto. El marco fue perfecto, el estadio lleno, la rivalidad al tope y un ambiente que prometía una noche inolvidable. Alianza Lima se plantó con determinación, a pesar de la temprana expulsión, y parecía que la hazaña estaba al alcance.

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El gol de Kevin Quevedo encendió la fiesta íntima. Universitario empujaba, pero no lograba romper la resistencia de un equipo que, con 10 hombres, defendía con el alma. Sin embargo, cuando todo apuntaba a un triunfo blanquiazul, llegó ese baldazo de agua fría.

⚽️ El gol que no fue, el festejo que quedó en el aire

El Estadio Alejandro Villanueva explotó por unos segundos. Paolo Guerrero había anotado lo que parecía ser el segundo gol del partido. Gritó con furia, con esa hambre de clásico, con el deseo de sellar una noche soñada. Pero todo quedó en nada: el juez de línea levantó la bandera, el VAR revisó... y lo anularon.

El ‘Depredador’ no se quedó callado tras el partido. En zona mixta dejó claro su fastidio:

"Me hubiese encantado, estaba como loco por hacer un gol en el clásico. Es raro porque él toca la pelota y me habilita".

Una jugada milimétrica, polémica, que sigue generando debate. Pero más allá del gol anulado, hay algo que le dolió más a Paolo.

😡 "Es injusto": la rabia de Paolo Guerrero

Con el rostro serio y la voz cargada de frustración, el delantero de Alianza Lima expresó lo que muchos hinchas sintieron:

"Tuvimos todo para ganar y tuvimos la infelicidad que faltando un minuto nos hacen el empate. Hicimos el sacrificio, el desgaste, lo que generamos, la determinación que tuvimos, es parte del fútbol pero nosotros jugamos con mucha más ambición".

Y fue más allá:

"Es injusto porque un merecedor del triunfo es Alianza, por lo que generamos, por lo que fue el partido y por el sacrificio que tuvo el equipo".

No es habitual ver a Paolo tan directo, pero lo del sábado merecía su descargo.

🟨 La amarilla que también dejó dudas

Sobre la tarjeta que recibió, Guerrero explicó:

"Cuando salto uno toma impulso con los brazos y obviamente abres un poquito".

Una jugada común en el fútbol, pero que en el clásico terminó sumando tensión a un partido que ya venía caliente desde el arranque.

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Alianza Lima lo tuvo en las manos. Jugó con 10 casi todo el partido, puso corazón y hasta lo pudo liquidar. Pero al final, como dijo Paolo, "la infelicidad" apareció en el último minuto. El empate 1-1 frente a Universitario de Deportes dejó sensaciones cruzadas.

El capitán habló, no se escondió, y dejó claro que este equipo tiene hambre. Pero también que no se puede perdonar en partidos como estos. Porque en el fútbol, los merecimientos no siempre alcanzan.