Manotazos de ahogado, el jugador que nadie tenía y que solo Reynoso vio como solución

Nadie pensaba que la crisis de la Selección Peruana iba a ser capaz de alargarse por tanto tiempo, pero al parecer esto durará por un buen rato más y nadie tiene la certeza de cuándo será el día que todo esto se calmará. Y es que con los planteamientos de Juan Reynoso y peor aún con sus declaraciones el hincha no tiene la seguridad de que terrible momento se irá ya que incluso con sus replanteos en pleno partido da luces de que anda recontra perdido, tal y como sucedió el último jueves por la tarde ante Bolivia en el Estadio Hernando Siles de La Paz en donde hizo ingresar a un jugador que nadie tenía y que hasta ahora sigue buscando el balón.

Jamás tuvo injerencia en el juego, no dio la talla cuando necesitamos mayor poder ofensivo y hasta estos momentos nadie entiende la decisión de hacerlo jugar cuando a lo largo de los primeros partidos nunca fue una opción de recambio para darle otra cara al equipo de todos. Estamos hablando de Sergio Peña, quien claramente fue parte de los manotazos de ahogado que dio el entrenador junto a su comando técnico en señal de no saber qué más hacer para darle la vuelta a una situación que lo tiene muy cerca del fracaso total con el que terminaría de manera muy lamentable su estadía en Videna. Apuesta en Betsson a los partidos de Eliminatorias y gana un bono de 50 soles.

Ni los hinchas ni los medios deportivos que transmitían el partido tuvieron en cuenta que el volante del Malmo de Suecia tendría minutos. Seguramente lo quisiera premiar al venir siendo campeón con su equipo ya que de otra manera no se entiende la oportunidad que le dieron. Esta clase de decisiones lo único que generar es mayor desconcierto y frustración en el ambiente nacional ya que de haberse dado un buen resultado y conseguido el objetivo seguramente nadie decía nada, pero ahora el DT deberá sufrir el verdadero cargamontón.

Ganar o morir en el intento.

El encuentro ante Venezuela del próximo día martes 21 de noviembre en el Estadio Nacional será de vida o muerte. Juan Reynoso se jugará su cabeza y los jugadores deberán tomar el encuentro como una final, de lo contrario tendrá que irse varios de la Selección Peruana al no haber demostrado estar a la altura de las expectativas, incluso si hablamos de la parte dirigencial que hasta ahora no se pronuncia.