Vale 19 millones, se agranda ante la prensa y con Venezuela fue uno de los peores

Si tenemos que ponerles nombres a las decepcionantes actuaciones de la Selección Peruana en el actual proceso clasificatorio rumbo a la Copa del Mundo 2026 sin duda alguna la presencia de Juan Máximo Reynoso es la que más ruido genera en el ámbito deportivo local y ni qué hablar de los hinchas que ya no lo quieren ver ni en pintura en lo que resta del torneo. Frente a esta situación es que tampoco podemos perder de vista a varios jugadores que no han sabido marcar la diferencia con respecto a las expectativas que se tenían en la previa.

Uno de los más llama la atención por su falta de buen juego en distintos aspectos del partido es Renato Tapia. El volante del Celta de Vigo viene con muy poco ritmo de la Liga Española y quizá a raíz de ello es que se pueda entender el pobre rendimiento que viene mostrando en el equipo de todos, a tal punto de que ha tenido que ser colocado en la defensa central ya que de mediocampista no agarraba a nadie al estar falto de distancia. Lo curioso de este mal momento es que tampoco existe hay un nivel importante de autocrítica cuando conversa con la prensa.

Si recordamos el duelo en La Paz en Bolivia, fue Tapia quien soltó diversas palabras de grueso calibre luego de la derrota por 2-0 que sin duda alguna le generaron críticas y cuestionamientos por su manera de querer agrandarse ante los medios cuando donde debería hablar es en el campo de juego. Ayer, ante Venezuela en el Estadio Nacional, fue uno de los peores y por más que le meta ganas y empuje, ya no es suficiente para levantar un momento paupérrimo como por el que viene atravesando la Selección Peruana.

¿Cuánto cuesta Tapia?

El volante/zaguero peruano tiene una cotización internacional de 5 millones de euros, lo que en soles daría un promedio aproximado de 19 millones, de acuerdo al portal especializado ´Transfermarkt´. Dicho aspecto también es importante para recalcar ya que su valor en el mercado se ha ido cayendo con el pasar de los últimos meses y prueba de ello es que no tiene el mismo nivel con el que en su momento la rompía en el Celta de Vigo, peor aún en la Bicolor.