Ahora que Lozano pasará 15 días detenido, el nuevo presidente que tendrá la FPF de forma provisional

La detención de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), ha sumido al fútbol peruano en una profunda crisis institucional. Ante esta situación, el primer vicepresidente de la FPF, Arturo Ríos, se perfila como el candidato más probable para asumir la presidencia de manera provisional.

El protocolo de sucesión en la FPF

Según el reglamento interno de la FPF, en caso de ausencia temporal o definitiva del presidente, la vicepresidencia asume las funciones de manera interina. En este sentido, Arturo Ríos, quien también preside el club Atlético Grau, se convertiría en el máximo representante del fútbol peruano.

Sin embargo, la aplicación estricta de este protocolo podría verse afectada por las investigaciones en curso. Las autoridades competentes podrían considerar la posibilidad de designar a un administrador temporal mientras se realizan las indagaciones correspondientes y se garantiza la transparencia en la gestión de la FPF.

Los desafíos que enfrenta Arturo Ríos

Arturo Ríos asume el mando de la FPF en un momento crítico. Los escándalos de corrupción que han sacudido a la institución han generado una profunda desconfianza en la opinión pública. Además, la selección peruana se encuentra en un proceso de reconstrucción y necesita de una dirección clara y efectiva.

Entre los principales desafíos que enfrenta Ríos se encuentran:

• Restaurar la confianza: La tarea más importante será recuperar la confianza de los hinchas, los clubes y los patrocinadores. Para ello, será necesario implementar medidas de transparencia y rendición de cuentas.
• Estabilizar la FPF: La federación necesita una reorganización profunda para garantizar una gestión eficiente y transparente.
• Garantizar el normal desarrollo de las competencias: A pesar de la crisis institucional, es fundamental que las competiciones locales e internacionales se desarrollen con normalidad.
• Fortalecer la Selección Peruana: La selección necesita un proyecto deportivo a largo plazo que permita recuperar el nivel competitivo perdido en los últimos años.

¿Qué espera el futuro para la FPF?

El futuro de la FPF es incierto. La detención de Agustín Lozano ha abierto una caja de Pandora y se espera que las investigaciones revelen la magnitud de la corrupción que ha azotado a la institución.

La designación de Arturo Ríos como presidente provisional es un paso importante, pero no es la solución definitiva. La FPF necesita una reforma profunda que permita erradicar la corrupción y construir una institución más transparente y democrática.

En los próximos meses se conocerán nuevos detalles sobre esta compleja situación. Mientras tanto, el fútbol peruano se encuentra a la espera de un nuevo comienzo.