Por Renato Perez
La investigación contra Agustín Lozano, aún presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), ha revelado detalles escalofriantes sobre los millonarios salarios que percibía durante su gestión. Estos hallazgos no solo confirman las sospechas de corrupción que pesaban sobre él, sino que también evidencian un despilfarro de los recursos de una institución que debía estar al servicio del fútbol peruano.
Los datos revelados por la Fiscalía son contundentes. Entre septiembre de 2019 y diciembre de 2023, Agustín Lozano acumuló un total de 2 millones 528 mil 617 soles en concepto de sueldos. Lo más llamativo es la escalada vertiginosa de sus ingresos en los primeros meses de su gestión. En menos de un año, su remuneración inicial se multiplicó por más de 60 veces, alcanzando cifras exorbitantes que distan mucho de lo que percibe un funcionario público promedio.
La Fiscalía sostiene que, bajo la dirección de Lozano, la FPF se convirtió en una caja chica para beneficio personal de sus directivos. Los altos salarios, los pagos irregulares y los beneficios adicionales recibidos por Agustín Lozano y su entorno más cercano son una clara muestra de cómo se desviaron los recursos de la institución para fines ajenos al desarrollo del fútbol peruano.
Las acciones de Agustín Lozano han tenido graves consecuencias para el fútbol peruano. La pérdida de confianza de los aficionados, la desvalorización de la imagen del país a nivel internacional y el estancamiento del desarrollo del fútbol base son solo algunas de las consecuencias de esta grave crisis. Además, los jóvenes talentos peruanos se han visto privados de las oportunidades que merecen debido a la mala gestión de los recursos.
Agustín Lozano se encuentra actualmente detenido de manera preliminar mientras se desarrolla el proceso judicial en su contra. El expresidente de la FPF enfrenta cinco delitos, entre ellos lavado de activos, y podría ser condenado a una pena de prisión de varios años. Este caso ha generado una gran indignación en la sociedad peruana y ha puesto en evidencia la necesidad de una reforma profunda en la gestión del fútbol en el país.
La corrupción en el fútbol peruano es un problema que requiere una solución urgente. Es necesario que se tomen medidas drásticas para erradicar estas prácticas ilegales y restaurar la confianza en las instituciones deportivas. La elección de nuevos directivos transparentes y honestos, así como la implementación de mecanismos de control y transparencia, son fundamentales para garantizar un futuro más prometedor para el fútbol peruano.
03/12/2024
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