Selección Peruana

Lo que debería ocurrir para que Agustín Lozano deje la presidencia en la FPF

Lo que debería ocurrir para que Agustín Lozano deje la presidencia en la FPF

Por Renato Perez

Agustín Lozano (Foto: La Bicolor)
Agustín Lozano (Foto: La Bicolor)

Síguenos enSíguenos en Google News

Agustín Lozano ha estado en el centro de controversias desde que asumió la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Su mandato ha sido marcado por diversas acusaciones de corrupción y gestión opaca, lo que ha generado un ambiente de desconfianza entre los aficionados, los clubes, y las autoridades del deporte. A continuación, se detallan tres posibles escenarios que podrían llevar a su salida del cargo, ya sea por decisión propia, por intervención judicial o por una intervención de la FIFA.

1. Opción 1: Terminar su mandato sin buscar la reelección

La primera opción en la que Agustín Lozano podría dejar la presidencia de la FPF es de manera voluntaria, sin buscar la reelección al finalizar su mandato. Esto ocurriría si Lozano decidiera cumplir con los plazos establecidos por la normativa interna de la FPF, que establece un período de cuatro años para la presidencia, sin extenderse más allá de este tiempo, tal como está estipulado en los estatutos de la entidad.



Este escenario podría ser viable si Lozano tomara la decisión de retirarse ante la presión de los distintos sectores del fútbol peruano, que han manifestado su descontento por su liderazgo. Los clubes de fútbol, la prensa y parte de los aficionados han expresado públicamente su rechazo a la forma en que la FPF ha sido dirigida, lo que podría influir en su decisión de no buscar la reelección. Sin embargo, para que esta salida sea efectiva, Lozano tendría que reconocer las dificultades de su gestión y aceptar que su permanencia en el cargo ya no beneficia a la FPF ni al fútbol peruano en general.

La falta de apoyo generalizado y la caída en la popularidad podrían llevar a Lozano a optar por una salida tranquila, evitando el desgaste de un proceso electoral que podría ser muy negativo para su imagen. Además, si la situación se vuelve insostenible, Lozano podría buscar preservar su legado, aceptando que su tiempo al frente de la FPF ha llegado a su fin sin mayores conflictos.



2. Opción 2: Ser declarado culpable de delitos de corrupción y enfrentar prisión

La segunda opción, que involucra una salida de Lozano de la FPF, es mucho más drástica. En este escenario, Lozano sería declarado culpable de los diversos delitos de corrupción que se le han imputado en investigaciones abiertas en su contra. Las acusaciones de corrupción dentro de la FPF, que incluyen el manejo irregular de fondos, posibles sobornos en contratos de patrocinio y derechos de televisión, han sido el centro de atención mediática en los últimos años.



Si las investigaciones y los procesos judiciales avanzan de manera efectiva y se demuestra que Lozano está involucrado en actividades ilegales, esto podría llevar a su destitución de la presidencia de la FPF, no solo por una condena moral, sino también por la presión de la justicia. En este caso, Lozano no solo tendría que abandonar su puesto, sino que podría enfrentar una condena penal y ser encarcelado, dependiendo de las pruebas que surjan en su contra.

La justicia peruana, a través de la Fiscalía y el Poder Judicial, sería el encargado de determinar su culpabilidad. En este contexto, la FPF también tendría que aplicar sus propios mecanismos internos para destituir a Lozano en caso de que se vea involucrado en delitos graves. Esta opción, aunque hipotética, sería una de las más drásticas y podría abrir la puerta a una nueva etapa para la federación, donde se priorice la transparencia y el buen manejo de los recursos.

3. Opción 3: Intervención de la FIFA y nombramiento de una nueva plana dirigencial

La tercera opción para que Agustín Lozano deje la presidencia de la FPF involucra la intervención de la FIFA. El organismo rector del fútbol mundial tiene la capacidad de intervenir en las federaciones nacionales cuando considera que existe una grave crisis de gobernanza o corrupción. En este escenario, la FIFA podría tomar cartas en el asunto y suspender a la FPF de manera temporal hasta que se reestructure completamente su dirigencia.

La intervención de la FIFA en la FPF podría producirse en dos formas: una suspensión temporal en la que se instale una comisión de regularización que maneje la federación, o una intervención directa que implique la creación de una nueva estructura dirigencial. Este escenario sería una de las salidas más drásticas, ya que la FIFA no suele intervenir en las federaciones sin motivos de peso, como lo demuestran los casos de otras federaciones sudamericanas que han enfrentado situaciones similares.

Para que esta opción ocurra, tendría que haber pruebas claras de que la gestión de Lozano ha comprometido la integridad de la FPF y ha dañado la reputación de la federación peruana a nivel internacional. La FIFA, además, podría considerar la falta de transparencia, las malas prácticas financieras y la desconfianza generalizada como razones suficientes para tomar acciones.

En este caso, la intervención de la FIFA podría implicar la conformación de una nueva dirigencia que se encargue de reorganizar la FPF, llevar a cabo reformas estructurales y garantizar la transparencia en la administración del fútbol en el país. Esto generaría un cambio significativo en la forma en que se maneja el fútbol en Perú, al tiempo que obligaría a las autoridades nacionales a cumplir con los estándares internacionales.

Lo que realmente necesita el fútbol peruano

Las opciones para que Agustín Lozano deje la presidencia de la FPF son diversas, pero todas ellas implican un fuerte cambio en la estructura del fútbol peruano. Ya sea por su decisión personal de no buscar la reelección, por una condena judicial por corrupción o por una intervención directa de la FIFA, lo cierto es que la salida de Lozano sería un punto de inflexión crucial en la historia reciente de la federación. La necesidad de transparencia y buenas prácticas de gestión es urgente, y el futuro del fútbol en Perú depende de cómo se resuelvan estas controversias.


Más noticias