A diferencia de Fossati y su terquedad, así jugará la Bicolor de Ibáñez y en Videna ya lo saben

En el fútbol, la flexibilidad táctica y la capacidad de adaptación son esenciales para el éxito de un equipo. Bajo la dirección del técnico uruguayo Jorge Fossati, la Selección Peruana vivió un 2024 complicado en cuanto a su desempeño, principalmente debido a la rigidez de su sistema táctico. En contraste, con la llegada de Óscar Ibáñez como nuevo entrenador para el 2025, se espera una renovación tanto en el estilo de juego como en la dinámica interna del equipo, así que desde ya se ha confirmado la presencia del sistema 4-3-3.

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Óscar Ibáñez: Flexibilidad, dinámica y un 4-3-3 prometedor

Con la llegada de Óscar Ibáñez al mando de la Bicolor, se anticipa un cambio radical en la filosofía de juego. Según el periodista Gustavo Peralta, los entrenamientos bajo la nueva dirección se enfocan en espacios reducidos, lo cual ha generado una atmósfera más positiva entre los jugadores. Ibáñez ha optado por un esquema táctico 4-3-3, el cual es más dinámico y ofensivo que el 3-5-2 de Fossati. Este sistema le permitirá a la selección peruana tener más control en el medio campo y crear mayor cantidad de opciones de gol, utilizando la velocidad de sus extremos y la versatilidad de sus mediocampistas.

Además, el nuevo técnico ha trabajado en el fortalecimiento de la cohesión grupal y la confianza en el juego colectivo. Los jugadores ya han sido informados sobre este cambio táctico y están más contentos con la dirección que está tomando el equipo. En lugar de una estructura rígida, Ibáñez propone una mayor libertad en el campo, lo que fomenta la creatividad y la adaptación a las necesidades del juego.

La rigidez de Fossati: Un sistema 3-5-2 que nunca funcionó

Durante su estadía al frente de la Selección Peruana, Jorge Fossati apostó por un esquema táctico 3-5-2, un sistema defensivo y conservador que no logró adaptarse a las características de los jugadores peruanos ni a los rivales del continente. Uno de los principales problemas de este enfoque fue la falta de flexibilidad: Fossati no modificaba su planteamiento, independientemente de los rivales o las circunstancias del partido. Esta rigidez llevó a que el equipo no pudiera encontrar soluciones a los problemas que se presentaban en el campo, lo que a su vez afectó negativamente los resultados en las clasificatorias.

La estructura 3-5-2, aunque efectiva para ciertos equipos, resultaba inadecuada para una Selección Peruana que necesitaba mayor agresividad ofensiva y control del balón. Las opciones de ataque eran limitadas, y muchos jugadores se vieron sacrificados en posiciones que no potenciaban sus habilidades, lo que sumado a la falta de alternativas tácticas, terminó desmotivando a los futbolistas.

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Lo que se le viene a la Blanquirroja en esta fecha doble de Eliminatorias

La Selección Peruana afronta una fecha doble crucial en las Eliminatorias para el Mundial 2026. El jueves 20 de marzo, la Blanquirroja se medirá ante Bolivia en el Estadio Nacional a las 8:30 p.m. (hora peruana). Un partido clave, ya que Perú buscará sumar tres puntos en casa ante un rival directo, aprovechando la localía y el apoyo de su hinchada.

Luego, el martes 25 de marzo, Perú se enfrentará a Venezuela en el Estadio Monumental de Maturín a las 7:00 p.m. (hora peruana). Un encuentro difícil, fuera de casa, donde la selección deberá estar atenta a la intensidad del juego venezolano. Estos dos partidos son fundamentales para seguir soñando con la clasificación, por lo que cada punto será vital en esta etapa de la competencia. La Blanquirroja necesita mostrar solidez y buen juego para mantenerse en la pelea.

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