Era el nuevo Chorri Palacios, perdió una pierna y ahora vive su sueño americano en USA

Tenía todo para llegar a la Selección Peruana, le decían el nuevo ‘Chorri’ Palacios, sin embargo un fatídico accidente cambió por completo su vida. Jugó en equipos tales como Universitario, Sporting Cristal, y Melgar, club donde fue ídolo. A pesar de ser volante hizo varios goles, y su llegada a la bicolor estaba por venir, aunque su vida dio un giro por completo. 

Entres sus cualidades dentro del campo eran las siguientes: encarador, definidor de área, buen pasador, especialista en pases a profundidad, además de tener una pegada como los dioses. Su nombre es Juvenal Briceño. Su debut como profesional se dio en 1984 con la camiseta de Melgar. Vistió los colores rojo y negro las temporadas 84, 85 y 86; salió goleador del torneo el último año. Las buenas campañas con el equipo ‘dominó’, fueron suficientes para que sea fichado por Universitario para tres temporadas (86, 87, 89). Su nueva etapa en el equipo de la capital fue más que complicada, sin embargo, con 21 años, salió campeón en 1987 y en los tres años que vistió la crema, anotó más de 40 goles. 

En 1990 regresa al FBC Melgar, pero su estadía en Arequipa fue muy corta. Al año siguiente su destino fue Sporting Cristal. Su etapa en el equipo rimense fue diferente. En un principio Briceño jugó como delantero, con el cuadro celeste se convirtió en volante, situación que lo llevó a anotar pocos goles (siete en total), pero se convirtió en uno de los mejores volantes del torneo. Jugando su octavo año en el fútbol profesional, Briceño se sentía más maduro y en su mejor nivel futbolístico. Fue campeón con Cristal y tenía prácticamente todo arreglado para jugar en el extranjero, en un equipo belga, pero el accidente en moto se cruzó en su camino. 

El accidente de Briceño y su presente 

Briceño tras un partido que tuvo en el Descentralizado del 1991, quería pasar tiempo con la familia, los amigos y dejar una encomienda a la familia de Elvis Neyra, amigo y futbolista que jugaba en el Deportivo Municipal. Fue entonces que tomaría una decisión que le cambiaría la vida. “Me dirigía en la moto de mi hermano a Zamácola, lugar donde vivía la familia de Elvis. Cuando estaba cerca al aeropuerto, me cerró un bus de servicio público y por no chocar contra el vehículo ni frenar bruscamente, me estrellé contra un poste”, precisó Briceño en una entrevista al Diario Encuentro. Después de dos días y más de diez operaciones para intentar salvar su extremidad inferior, le amputaron la pierna. Ahora, más de 30 años después del suceso, Briceño radica en USA y trabaja en las mañanas en una empresa privada y por las tardes en una escuela de fútbol.