Así eran los lujos de Ricardo Gareca mientras vivía en Lima y dirigía a la Bicolor

Ricardo Gareca, el carismático entrenador argentino que dirigió a la Selección Peruana durante varios años, se ganó el corazón de los peruanos no solo por sus logros deportivos, sino también por su sencillez y cercanía. Durante su estadía en nuestro país, el "Tigre" eligió como hogar uno de los distritos más exclusivos de Lima: Miraflores

Según diversas fuentes locales, Gareca residía en un elegante departamento ubicado en una zona privilegiada de Miraflores. Este inmueble, con una vista panorámica al mar y acceso directo al malecón, ofrecía al entrenador un oasis de tranquilidad en medio de la agitada vida limeña. La brisa marina, el sonido de las olas y la vista del Pacífico eran el escenario perfecto para que Gareca pudiera relajarse y desconectarse del fútbol.

Un compañero fiel: Almendra

Uno de los grandes placeres de Gareca en Lima era salir a pasear con su fiel compañera: Almendra, su mascota. El entrenador solía aprovechar los momentos libres para disfrutar de largos paseos por el malecón de Miraflores, acompañado de su perra. Estas caminatas no solo le permitían ejercitarse y despejar la mente, sino también conectar con la naturaleza y disfrutar de la compañía de su mascota.

Fuente: El Bocón

Un estilo de vida sencillo

A pesar de contar con los recursos para llevar una vida de lujo, Gareca siempre se mostró como una persona sencilla y humilde. Sus vecinos en Miraflores lo describían como un hombre amable y accesible, que disfrutaba de la vida cotidiana como cualquier otra persona. El entrenador argentino se integró rápidamente a la comunidad y se ganó el respeto y el cariño de todos los que lo conocieron.

Un legado más allá del fútbol

La huella que dejó Ricardo Gareca en el Perú va más allá de los resultados deportivos. Su carisma, su profesionalismo y su sencillez lo convirtieron en una figura querida por todos los peruanos. Su elección de vivir en Miraflores, un distrito que representa la modernidad y la calidad de vida, refleja su gusto por lo bueno y su deseo de disfrutar de los placeres de la vida.

La imagen de Gareca paseando por el malecón de Miraflores con su perro se convirtió en un símbolo de su conexión con el Perú y de su adaptación a la cultura peruana. Su partida generó una gran tristeza en el país, pero su legado seguirá vivo en el corazón de los peruanos.